Tipos de turismo en España

España es el país más competitivo del mundo en cuanto a turismo se refiere. Nuestro dominio se basa en una enorme variedad de destinos atractivos y en una serie de fortalezas difícilmente igualables: clima, seguridad, salud y calidad de servicios e infraestructuras. Según previsiones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el sector representará al cierre de 2023 el 14,6% de la economía nacional y el 14,4% de los puestos de trabajo.

Dentro del proceso de transformación que el turismo está atravesando, impulsado por la digitalización y la aparición de nuevos actores y modelos de negocio, la segmentación de la oferta ha sido esencial para mantener el liderazgo. A continuación, vamos a ver las tipologías turísticas más relevantes en España. En la práctica, algunas son complementarias con otras, y muchas funcionan transversalmente, de modo que solo con la finalidad de clasificar y analizar las trataremos aquí por separado.

Turismo de Sol y playa

Sin duda, el denominado turismo de “sol y playa” constituye el sello identificativo tradicional de nuestro país, con su litoral de costa de levante y el sur, así como sus dos archipiélagos. Un modelo explotado durante muchas décadas que ha generado empleo y riqueza económica y que, en los actuales tiempos de cambios sin precedentes, está obligado a reinventarse.

La emergencia climática, los nuevos comportamientos turísticos y vacacionales, la pujanza de destinos competidores, entre otros factores, están poniendo a prueba este tipo de turismo que, a pesar de todo, mantiene su hegemonía. Apostando por un nuevo modelo más sostenible y a través de los fondos europeos, el Plan Nacional Turístico ha dado prioridad este año a los destinos de sol y playa para impulsar su modernización.

Turismo Urbano

Desde hace algo más de una década, el turismo urbano vive un boom a escala global. En España, capitales como Barcelona y Madrid (elegida como mejor destino urbano del país por una de las principales asociaciones de turismo) son la punta de lanza de este segmento estratégico, sin olvidar capitales tan importantes como Sevilla, Bilbao, Valencia o Málaga (convertida en los últimos años en una de las ciudades de moda y de las más dinámicas).

El consumo cultural y todas las posibilidades que ofrece el entorno urbano (principalmente ocio y compras) han situado esta tipología entre las más destacadas en España, incluso generando fuertes debates sobre, por ejemplo, la necesidad de frenar la proliferación de alquileres turísticos o la conveniencia de imponer impuestos especiales a los visitantes.

Turismo de Negocios, eventos y congresos. Turismo MICE

El denominado turismo MICE, que engloba las reuniones de trabajo, incentivos, celebración de eventos profesionales, deportivos y científicos, tiene un peso decisivo en el conjunto del sector. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) sitúa a España, y en particular a Madrid, como destino líder en Europa en reuniones y conferencias. Destaca, asimismo, el trabajo, tanto público, como privado que está haciendo la isla de Mallorca con su Palau de Congressos de Palma. En 2022, esta ciudad acogió más de 220 eventos con más de 60.000 participantes, generando un impacto económico en el destino superior a los 22,5 millones de euros, según Gabriel Escarrer, Presidente y Consejero Delegado de Meliá Hotels International.

Se trata, así pues, de un turismo no estacional con impactos que van mucho más allá del propio sector, aumentando el prestigio, la innovación y el crecimiento del destino. Las noticias más recientes indican una recuperación de los viajes de empresa ya muy próxima a los niveles previos a la pandemia.

Turismo Rural

El turismo rural fue el primero de todos en recuperarse de la crisis del coronavirus aprovechando sus espacios abiertos y naturales acordes con la demanda turística en ese complejo reinicio de la actividad, donde se priorizaba la sensación de soledad, seguridad, contacto con la naturaleza y no masificación.

Estudios de tendencias de viaje han detectado que los jóvenes de entre 20 y 30 años se están decantando cada vez más por esta opción a través de casas rurales, albergues, caravanas y campings. Entre las preferencias de los viajeros para esta temporada, destacan Cangas de Onís y Llanes como destinos rurales estrella, encontrando en ellos la desconexión digital y los alojamientos aislados con piscina y donde las mascotas son bienvenidas. El turismo rural es un segmento que, en áreas afectadas por la despoblación, se va a potenciar intensamente con proyectos de emprendimiento apoyados por el Plan de Medidas ante el Reto Demográfico del Gobierno de España.

Turismo de Lujo

El turismo de alto standing está adquiriendo un protagonismo muy importante en nuestro país hasta convertirse en una apuesta estratégica de las principales empresas turísticas españolas, con Madrid y Barcelona aproximándose al nivel de Nueva York, Tokio, París, Milán y Londres.

Las grandes marcas hoteleras internacionales como Marriott, Hyatt, Four Seasons o Nobu, han abierto grandes hoteles en España y, junto con profesionales especializados de la industria turística, están creando un ecosistema propicio para atraer a un viajero con un alto poder adquisitivo. Estos turistas premium generan riqueza en el destino (en transportes, restaurantes, cultura, moda y centros comerciales, entre otros), y el gasto que realizan ya está por encima de las cifras anteriores a la pandemia, con un impacto cinco veces mayor que el del viajero tradicional, según el reciente informe “Perspectivas sobre turismo de alta gama en España” elaborado por la consultora McKinsey.

Turismo Experiencial

La fragmentación de las vacaciones en forma de “escapadas” cortas, buscando la autenticidad y la maximización de sensaciones, han llevado al sector turístico a organizar la demanda en un nuevo formato de ocio flexible: el turismo de experiencias.

Las temáticas son infinitas: salud y bienestar, deporte y aventura, parques temáticos... Son experiencias empaquetadas en una caja regalo o construidas a medida, que ofrecen vivencias inmersivas y diferentes, a veces completamente organizadas en torno a la tecnología, y otras simplemente recuperando tradiciones y estilos de vida genuinos.

Por ser un factor de competitividad y sostenibilidad, merece una especial atención el turismo gastronómico. Más del 86% de los viajeros españoles afirman haber realizado al menos una escapada de carácter gastronómico tras la pandemia, según el IV Estudio de Demanda del Turismo Gastronómico en España, esto es, ir de tapas, comer en reconocidos restaurantes, visitar mercados gastronómicos, visitar bodegas (enoturismo), comprar productos ecológicos y el oleoturismo.

Turismo Religioso

El religioso es un turismo en el que se entremezclan devoción religiosa, historia cultural y naturaleza del interior de un país con una riqueza patrimonial y litúrgica reconocida en todo el mundo.

Esta es otra de las tipologías que muestra una plena recuperación tras la crisis sanitaria, y es algo que perciben pueblos, ciudades y regiones enteras.

El conjunto de rutas que componen el Camino de Santiago se ha convertido en el emblema de esta actividad, que este año 2023 ha superado todas las expectativas. Por su parte, las celebraciones de la Semana Santa en distintas capitales de Andalucía y Castilla y León han generado ocupaciones hoteleras cercanas al 100%. Tomando el relevo del Xacobeo de Santiago de Compostela, 2024 será el Año Jubilar de Caravaca de la Cruz, convirtiendo a la Región de Murcia en el epicentro del turismo religioso.

Se pueden mencionar muchos más tipos de turismo en España. Algunos, como el de nieve, con estaciones de esquí referentes, poseen entidad suficiente para aparecer en la lista principal. Algo similar ocurre con el náutico, modalidad consolidada en Baleares, Costa Brava y Barcelona y en auge en la Costa Blanca, Málaga y Cádiz. En cuanto a la forma de viajar, el turismo para singles gana adeptos y, muy especialmente, adeptas, pues las mujeres ya lideran este segmento.

Para finalizar, también cabe tener en cuenta otros tipos de turismo en alza como el reproductivo o el estético; el turismo oscuro, visitando cementerios y lugares encantados o tétricos; el turismo cinematográfico, en busca de localizaciones de películas y series; y el astroturismo, para observar las estrellas en espacios privilegiados sin contaminación lumínica.

Luis Gómez Encinas
Tutor especialista en CESAE Business & Tourism School